¡Qué ganas teníamos de vernos las caras sin pantallas de por medio!
Tres años han pasado desde el último evento presencial que pudimos organizar y ya se nos estaba haciendo muy largo. Parecía que nos estábamos acostumbrando a las videollamadas pero solo era un espejismo, ¡menos mal!
Como sabéis nos encanta hablar de vino, pero lo que realmente nos apasiona es hacerlo con gente del vino, como sois todos vosotros. El vino genera compañía y conversación y aunque se puede hacer a kilómetros de distancia, preferimos sin tantos kilómetros de por medio. Así que hemos vuelto a la carretera, como los viejos rockeros, en un tour que empezó en el Priorat y continuó en Rioja y terminó en Ribera de Duero.
Desde hace años venimos hablando de la transversalidad, una palabra que para nosotros no tiene fecha de caducidad y sobre la que siempre ponemos el foco. Por eso defendemos que el estilo de un vino no viene marcado por un solo parámetro sino que es el conjunto de todas las variables que componen la ecuación, que son innumerables.
Durante este viaje hemos hablado de suelos (de la mano de nuestro partner Frayssinet), especialmente de los elementos que debemos considerar, en términos de nutrición, para tener suelos equilibrados, y por ende, viñedos y uvas que también lo sean. Las características primarias de un suelo, a nivel de textura, no definen, por sí solas, el estilo de un vino. De hecho, nos encontramos con frecuencia, como parcelas de características similares dan lugar a vinos completamente diferentes.
Durante las charlas hemos insistido (venimos haciéndolo desde hace un tiempo) en la importancia de tener datos analíticos, tanto de suelo como de sarmientos y peciolos, de aquellos elementos que condicionan la calidad de la uva. De manera que seamos capaces de conocer tanto los datos de partida como la forma en que la planta es capaz de aprovecharlos.
Cada suelo tiene unas características determinadas que condicionarán el perfil de uva, al igual que los otros tres elementos que completan la fórmula del terroir: clima, planta y factor humano.
A partir de aquí, hemos hablado de como extraer y potenciar todo aquello que nos encontramos en la uva según el estilo de vino objetivo, poniendo el foco en tres elementos cuya definición y relevancia es primordial:
- Fecha de vendimia y potenciales de uva
- Fermentación
- Extracción
Todo ello, sin olvidarnos de un cuarto elemento a considerar de principio a fin: la seguridad del proceso. En este sentido, las tendencias de eliminación o reducción de sulfuroso han propiciado nuevos perfiles de vino haciendo más importante, si cabe, el control del SO2. Es por ello que hemos aprovechado para presentar el dispositivo portátil Sentia™.
Al terminar la charla, hemos podido degustar vinos de diferentes estilos y debatir sobre ellos. En ese momento más distendido donde hemos sentido lo que tanto echábamos en falta, el calor de la compañía de la que las circunstancias nos había privado en los últimos dos años.
Como ya os habíamos dicho unos cuantos post más atrás:
El terroir eres tú...
Y añadimos:
…el estilo del vino, también.
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